Alejandra - sobreviviente de linfoma de HodkingMi nombre es Alejandra Sexa tengo 29 años, en noviembre del año 2015 me diagnosticaron linfoma de hodking.
A mis 28 años después de desear tanto tiempo ser madre a principios de marzo del 2015 me entero que estoy embarazada. Al principio todo estaba en orden, iba todo bastante bien, pero tenía una alergia en el cuerpo que iba y venía y que no se lograba curar nunca. Estuve casi 1 año consultando por esto a dermatólogos, alergista y no sabían de qué se trataba ya que los estudios y biopsias realizadas estaban todas bien. Aparentemente era una alergia que se había agudizado con el embarazo pero “nada grave”. Los días pasaban y esa alergia empeoró, empecé a tener mucha tos, una tos que no se iba nunca. Me controlaron varios médicos y aparentemente era infección respiratoria y me mandaron disparos y antibióticos. Todo seguía igual, pero mi embarazo iba perfecto. La ginecóloga me controlaba y estaba todo bien. A los síntomas ya nombrados se le sumaron vómitos, por lo tanto cada vez que me alimentaba aparecían estos vómitos. Hasta ese entonces continuaba con mi vida normal trabajaba en una escuela rural (soy maestra) y disfrutaba mucho lo que hacía a pesar de que no me sentía muy bien. Íbamos a los controles con mi marido (quien estuvo todo el tiempo a mi lado sin dejarme sola un minuto) y la ginecóloga hacia los controles necesarios y hubieron meses que no aumentaba bajaba de peso, pero como tenía muchos vómitos aparentemente era normal. A las 28 semanas de gestación ya no soportando más nada: 1) ya no me alimentaba bien y tenía mucha anemia; 2) la alergia había emporado ya no soportaba la picazón en el cuerpo; 3 ) la tos se había empeorado y ya no podía casi respirar. No me aguantaba sentada ni parada no quería ni hablar. Había perdido hasta las ganas de reírme ya no estaba disfrutando mi deseado embarazo “ALGO NO ESTABA BIEN” A las 28 semanas fui a ver a la ginecóloga urgente porque ya no soportaba más nada. Me sentía muy mal, ella notaba todo bien…pero realizo tacto y noto que el bebé estaba en posición de salir por lo que me mando reposo y hacer varios estudios en la central en Montevideo.. En ese lugar me vio una ginecóloga y me dijo que lo que tenía era infección urinaria. Que la tos era normal por la época del año (otoño- invierno) que todas las embarazadas estaban igual. Me dio antibióticos y me fui a mi hogar deseando llegar para acostarme no quería más nada que eso descansaba bien pero el cansancio era mayor. además del cansancio, estaba sintiendo un fuerte dolor en las costillas, transpiraba mucho por las noches. Todo siguió igual yo no soportaba mas nada contaba los días las horas y minutos para que mi bebe naciera porque ya no poda ni respirar no entendía que pasaba. El 16 de octubre tuve un episodio en el que los vómitos ya eran con sangre y salimos al médico urgente. Allí me hicieron todos los estudios ginecológicos necesarios y él bebe estaba bien la que no estaba bien era yo. Cuando nos estábamos por ir a mi casa después de tantos estudios le explique al doctor que mi problema era la tos y los vómitos que era demasiado le consulté que podía hacer para mejorar eso y el me hizo pasar por emergencia para que un doctor me revisara, en ese momento comenzó la gran pesadilla. Me revisaron y algo no andaba bien por lo que me hicieron placa urgente e inmediatamente me dejaron internada. Parecía tenía una gran mancha en la parte del pecho pero todavía no se sabía que podía ser eso. Me pasaron a sala me vio hematóloga junto a otros médicos y ya con solo contar los síntomas sabia de que podría tratarse. Comenzaron a realizar tomografía y el resultado no fue alentador. Los médicos decidieron que él bebe tenía que nacer (habiendo hecho previamente maduración de pulmones al bebe) para poder asistirme a mí luego porque teniendo en cuenta los síntomas se podía tratar de un linfoma en el mediastino. Yo no entendía mucho lo que estaba sucediendo ya que no me querían contar hasta que Santi naciera para evitar nervios, estrés etc. A las 36 semanas de gestación el 24 de octubre nació Santino mediante una cesárea a la hora 15:33 pesando 2.700 kg, él bebe estaba muy bien. Al principio nos habían dicho que quizás podría quedar unos días en CTI y por supuesto en encubadora pero fue tan campeón que solo estuvo en encubadora 1 hora porque no necesitó respirador (fue un campeón desde el principio). Pero que había de mí? A mi marido lo llamaron a la cesárea cuando Santi ya estaba afuera porque se trataba de una cesárea de riesgo debido a que no se sabía con qué más se podían encontrar. A los dos o tres días de la cesárea me realizaron una biopsia y luego punción para ver exactamente de que se trataba mi enfermedad. Se trataba de un linfoma en el mediastino. Y así estuve 10 días más internada realizando diferentes estudios. Me dieron el alta mientras esperaba el resultado de la biopsia para ver qué tipo de linfoma era, la cosa es que comencé a hacer mucha fiebre y cada vez estaba peor, hasta que me vio la hematóloga me dio el resultado y se trataba de un linfoma de hodking. En ese momento recién me daba cuenta exactamente de lo que me estaba pasando. El shock era tan grande que no lograba entender mucho lo que me estaba pasando. Sabía que se venían tiempos difíciles que el tratamiento era fuerte pero yo tenía que hacerlo Santino me necesitaba tenía apenas unos días de nacido. Y así fue que comencé inmediatamente quimioterapia cada 15 días una serie ABVD me internaba 4 o 5 horas donde me pasaban la medicación. Tuve que dejar de darle pecho a Santi tomando unas gotas donde se secaban las mamas. Fue todo muy brusco yo entre en estado de shock y tenía mucho miedo de lo que podía venir. Ala 4ta quimio ya mis venas no aguantaban más por lo que me pusieron un port y así fue que estuve 6 meses de tratamiento. Santino mi marido Gabriel me daban toda la fuerza que necesitaba para poder seguir aparte de mi familia y amigos que estaba muy pendiente y ayudándome todo el tiempo y alentándome a seguir. No fue nada fácil, en la ante penúltima quimio tuve que comenzar a tomar calmantes fuertes porque no aguantaba más, pensé que no iba a poder ya no aguantaba más. Pero me hicieron una tomografía y ya se había reducido bastante el linfoma y así continúe. Me cuide mucho. Hice tratamiento alternativo me cuide mucho en las comidas, trate de no encerrarme, salía al aire libre siempre que podía ya cuando no aguantaba más me acostaba pero yo tenía que salir adelante porque mi bebe me necesitaba. El 29 de febrero del 2016 me hicieron la última quimioterapia y ahí tuve que esperar hacerme el PET. En ese momento me dice la hematóloga que ya estaba que solo quedaban residuos pero que el linfoma había desaparecido. Ya no había más quimio, fue raro, me sentía muy feliz y a la vez me costaba entender algunas cosas. En esos momentos se te cruzan mil cosas por la cabeza. Pero sabía que iba a poder estar con mi bebe que podía salir a caminar con él que podía hacer vida normal. Lloramos mucho con mi marido antes , durante y después del tratamiento, él no me soltó la mano ni un solo momento. Hoy 3 de mayo de 2017 les cuento que estoy embarazada nuevamente y estoy de 10 semanas y ahora si me siento muy bien y estamos muy felices. Había que pasar toda esa tortura para que finalmente llegara lo mejor. Ahora ya somos 4 y todo esto quedo en nuestro recuerdo. Aprendí mucho conocí muchas personas hermosas a las que estoy sumamente agradecida entre ellas la Doctora Lilian Díaz y la lic. Elena Oliva junto a los enfermeros y enfermeras que me tenían la paciencia del mundo, también a otros pacientes en la misma situación que me ayudaron y me alentaron mucho durante este proceso y que en el día de hoy seguimos una linda relación de amistad a mis amigos familiares a mi marido y a mi hijo Santino sin ellos nada hubiese sido posible. En la actualidad sigo los controles correspondientes con la hematóloga y hasta el momento va todo muy bien. Cuento mi historia para todos aquellos y aquellas personas que están pasando por lo mismo que sepan tener paciencia que lo malo pasa. Siempre hay una esperanza un motivo hay que tener siempre la mente positiva y saber que si uno quiere puede. Ahora veo la vida con otros ojos. Yo soñaba con esta familia hermosa y luche mucho por ella. Hoy mi hijo ya tiene 18 meses y es un niño sano, fuerte y muy feliz. |