María Sobreviviente de melanoma nodular maligno
Mi nombre es Maria y quiero compartir con ustedes mi historia.
Mi historia de supervivencia comienza cuando hace 21 años esta temida enfermedad se presenta ante nuestra familia. Mi padre, mi sostén...Mi todo es diagnosticado con un cáncer de estómago muy avanzado, por lo tanto operación muy rápida, algunas sesiones de quimio y en 6 meses ya no estaba entre nosotros. Pero lo más loco de todo es que yo nunca escuché la palabra Cáncer en mi casa, nunca asocie la enfermedad de mi padre con la muerte hasta que pasó lo inevitable. Tal vez , yo misma lo negaba, lo veía venirse abajo pero me resistía a pensar que no saldría adelante. Me quedé con mucha rabia por no haberme dado cuenta de lo que pasaba, por no haber estado más a su lado ya que en ese entonces yo estaba estudiando en Mdeo, pero traté de sobrevivir a lo que sentía.
Luego vino la pareja de mi mamá, una gran persona que quise como si fuera mi padre, y otra vez nos visitó el cáncer. Con más tiempo pudimos llevar adelante una intervención y sesiones de radio que nos permitieron disfrutarlo por 5 años, ya a que volvió a resurgir para terminar con su vida.
En él pude sanar lo experimentado con mi padre, me encontraba en otro lugar, con otra cabeza, con más información de como ayudarlo. Hubo instancias en que lloramos juntos, le hacía masajes y otras simplemente lo escuchaba.
Lo vi deteriorarse y sabía que en cualquier momento podía suceder, pero esta vez iba a ser diferente aunque no menos dolorosa.
En esos momentos una hermosa noticia nos llena el alma a toda la familia: venía en camino mi primer y tan deseado bebé. No pudo elegir mejor momento para llegar, a la semana de saber que volvería a ser abuelo, dejó de sufrir y pudo descansar de tanta lucha.
Mi bebé fue para todos un paréntesis entre tanto dolor, aunque sabíamos que los 9 meses no iban a ser fáciles.
Cuando todo parecía tomar su curso, en la semana 20 voy a emergencias por una verruga que me sangra y me derivan a dermatóloga para sacarla. Esto no era importante me dijo pero sí un lunar en el dorso que le pedí observarlo, su cara se transformó y con urgencia al otro día me estaban haciendo una intervención ambulatoria con anestesia local.
Como resultado: Melanoma nodular maligno.
Cuando me lo dijeron no creí que me estaba pasando a mí, tuve que pedirle al cirujano que me dijera las cosas por su nombre porque me negaba a aceptarlo.
Otra vez esta enfermedad tocando a mi puerta, me tocaba sobrevivir pero en carne propia.
Se me había juntado el mejor con el peor momento de mi vida...lloramos y mucho con mi esposo, sabíamos que lo que venía no iba a ser nada fácil. Temía por mi bebé, no sabía como iba a enfrentar mi vida cuando él naciera, no sabía si llegaría a término...dudas, miedo, rabia, angustia y ante todo esto me comuniqué enseguida con Livestrong, dónde rápidamente Sabrina me respondió y contuvo en todo momento. Me derivó con Melanoma Uruguay a quienes estoy agradecida por la orientación recibida y el apoyo constante.
Luego de muchas consultas con especialistas (ya que no habían tenido casos de Melanoma en embarazo y podía avanzar muy rápido) llega la segunda intervención con búsqueda de ganglios centinelas. Mi único miedo era hacerle daño a mi bebé, pero él era mas fuerte aún y estaba decidido a luchar conmigo. Fue así que en medio de mucha tensión esperamos los resultados que no tardaron en llegar y gracias a Dios fueron muy alentadores: no había indicios de macro y micro metástasis.
Así fue como después de una larga batalla pudimos disfrutar las últimas 4 semanas de mi embarazo y esperar a Máximo sabiendo que todo estaba bien, que iba a poder estar para él al 100%.
Ahora estoy con controles estrictos y muchos cuidados pero feliz de haber sobrevivido a tanto dolor y disfrutar de cada instante, de cada día. (abril 2018)
Mi historia de supervivencia comienza cuando hace 21 años esta temida enfermedad se presenta ante nuestra familia. Mi padre, mi sostén...Mi todo es diagnosticado con un cáncer de estómago muy avanzado, por lo tanto operación muy rápida, algunas sesiones de quimio y en 6 meses ya no estaba entre nosotros. Pero lo más loco de todo es que yo nunca escuché la palabra Cáncer en mi casa, nunca asocie la enfermedad de mi padre con la muerte hasta que pasó lo inevitable. Tal vez , yo misma lo negaba, lo veía venirse abajo pero me resistía a pensar que no saldría adelante. Me quedé con mucha rabia por no haberme dado cuenta de lo que pasaba, por no haber estado más a su lado ya que en ese entonces yo estaba estudiando en Mdeo, pero traté de sobrevivir a lo que sentía.
Luego vino la pareja de mi mamá, una gran persona que quise como si fuera mi padre, y otra vez nos visitó el cáncer. Con más tiempo pudimos llevar adelante una intervención y sesiones de radio que nos permitieron disfrutarlo por 5 años, ya a que volvió a resurgir para terminar con su vida.
En él pude sanar lo experimentado con mi padre, me encontraba en otro lugar, con otra cabeza, con más información de como ayudarlo. Hubo instancias en que lloramos juntos, le hacía masajes y otras simplemente lo escuchaba.
Lo vi deteriorarse y sabía que en cualquier momento podía suceder, pero esta vez iba a ser diferente aunque no menos dolorosa.
En esos momentos una hermosa noticia nos llena el alma a toda la familia: venía en camino mi primer y tan deseado bebé. No pudo elegir mejor momento para llegar, a la semana de saber que volvería a ser abuelo, dejó de sufrir y pudo descansar de tanta lucha.
Mi bebé fue para todos un paréntesis entre tanto dolor, aunque sabíamos que los 9 meses no iban a ser fáciles.
Cuando todo parecía tomar su curso, en la semana 20 voy a emergencias por una verruga que me sangra y me derivan a dermatóloga para sacarla. Esto no era importante me dijo pero sí un lunar en el dorso que le pedí observarlo, su cara se transformó y con urgencia al otro día me estaban haciendo una intervención ambulatoria con anestesia local.
Como resultado: Melanoma nodular maligno.
Cuando me lo dijeron no creí que me estaba pasando a mí, tuve que pedirle al cirujano que me dijera las cosas por su nombre porque me negaba a aceptarlo.
Otra vez esta enfermedad tocando a mi puerta, me tocaba sobrevivir pero en carne propia.
Se me había juntado el mejor con el peor momento de mi vida...lloramos y mucho con mi esposo, sabíamos que lo que venía no iba a ser nada fácil. Temía por mi bebé, no sabía como iba a enfrentar mi vida cuando él naciera, no sabía si llegaría a término...dudas, miedo, rabia, angustia y ante todo esto me comuniqué enseguida con Livestrong, dónde rápidamente Sabrina me respondió y contuvo en todo momento. Me derivó con Melanoma Uruguay a quienes estoy agradecida por la orientación recibida y el apoyo constante.
Luego de muchas consultas con especialistas (ya que no habían tenido casos de Melanoma en embarazo y podía avanzar muy rápido) llega la segunda intervención con búsqueda de ganglios centinelas. Mi único miedo era hacerle daño a mi bebé, pero él era mas fuerte aún y estaba decidido a luchar conmigo. Fue así que en medio de mucha tensión esperamos los resultados que no tardaron en llegar y gracias a Dios fueron muy alentadores: no había indicios de macro y micro metástasis.
Así fue como después de una larga batalla pudimos disfrutar las últimas 4 semanas de mi embarazo y esperar a Máximo sabiendo que todo estaba bien, que iba a poder estar para él al 100%.
Ahora estoy con controles estrictos y muchos cuidados pero feliz de haber sobrevivido a tanto dolor y disfrutar de cada instante, de cada día. (abril 2018)