Testimonio Sobreviviente - Juan Cerviño / Redacción: Verónica Cerviño
Cuando me preguntan como es mi papa, siempre lo describo de la misma manera, es ese tipo de persona con la que todo el mundo quiere compartir la vida. Es ese amigo con el que podes pasar horas y horas riéndote, es ese esposo que se preocupa para hacerte feliz todos los días, es ese yerno que se desvive por sus suegros, es ese papa que cualquier hijo en cualquier parte del mundo y en cualquier vida volvería a elegir una y mil veces.
Dicen que inclusive cuando antes de formarse ni siquiera un feto, uno elige tanto a su madre y ese lugar que te va a alojar calentito durante 9 meses, como a su padre, y creo que yo no podría haber elegido mejor.
Cada vez que lo recuerdo me viene un sentimiento de angustia y de impotencia tan grande que resulta inexplicable. Todo parecía tan horrible aquellas semanas en la que ese ser humano único, pasaba horas y horas vomitando, sin comer absolutamente nada y con una hinchazón tan grande que parecía tener un bebe adentro de su panza.
Luego ya de varios exámenes, cualquiera de ellos mas agresivo que el otro, el cirujano nos contó que después de practicarle la laparoscopia no había podido extraer nada, de tanta cantidad de tumores que tenía alojados en la piel que recubre los órganos de la panza. “¡¡Ah!! siii...” dijo yéndose por un pasillo, “lo que si extraje son 6 litros de agua que tenia acumulados en el abdomen.”
Desde aquel día, para nosotras 3 mujeres, el mundo parecía derrumbarse, no solo confirmamos que lo que tenia papa era muy grave sino que además el cirujano no había podido hacer nada.
Recuerdo que las siguientes dos semanas fueron las más horribles que me han tocado vivir en toda mi vida, y creo firmemente que no va a haber situaciones más espantosas como las de esas dos semanas.
No podía entender como eso le estaba pasando a él, a mi papa!!!, a la persona más buena que conozco y que jamás voy a conocer.
Lo que llore en ese momento no lo llore nunca, tenia mucha rabia, mucha impotencia y en lo único que podía pensar era en que mi papa no se merecía eso. Mi papa se merecía tener que vivir hasta muy viejito, disfrutando de todo lo que trabajo durante muchos años, de sus hijas, de sus nietos, de sus bisnietos y el día que tuviera que irse, lo veía muy pero muy lejano. No era este su momento, todavía le quedaban un montón de cosas por vivir, tenia solo 50 años y nunca se había ido solo con mama de viaje, ni tampoco había disfrutado de unas buenas vacaciones sin pensar en trabajo ni nada que le molestara.
No podía pensar la vida, mi vida, sin mi papa. Llore mucho, muchas personas venían a hablarme, escuche a todos pero no escuche a ninguno, lo único que me sonaba en la cabeza es que mi papa no se merecía estar pasando por esto.
Después de varios días internado, y de recuperar un poquito de peso (estaba muy por debajo de su peso normal), papa volvió a casa. Me acuerdo que de noche cuando todavía estaba internado, lo único que quería era que volviera, era lo único que pedía!!!, que la vida volviera a tener la rutina de hace unos meses atrás.
Me levante varios días pensando que papa estaba sano, que nada había pasado, como sin acordarme de esta pesadilla espantosa que estábamos viviendo. A los minutos de estar mirando al techo sin pensar en nada, me volvían las cosas a la cabeza y volvía a poner en mente mi pensamiento central “esta enfermedad no se iba a llevar a mi papa tan fácil”.
Cuando por fin estuvo en casa, y pudo recuperar un poco su peso, me acuerdo que lo consentimos en todo, le dejábamos hacer y decir lo que quisiera, hasta esos días negros que tuvo se los dejamos tener, solo con la idea de que en 10 días su mentalidad tenia que ser otra. Mientras tanto, mi hermana y yo buscábamos como locas miles de cosas por Internet que nos pudieran ayudar a sacar toda la mierda que papa tenia adentro.
Nos contactamos con médicos de todas partes, Estados Unidos, Argentina, Brasil, e inclusive China!!!. Recuerdo que esos días mi vida fue una locura, no dormíamos, pasábamos metidas en Internet buscando información para poder llevarlo a otro lado ya que los médicos de acá nos habían adelantado que no veían mucha solución.
Después de 10 días en casa y un poco más recuperado, el lunes siguiente nos tocó a mamá y a mí ir a consulta. Ese día se iban a juntar varios médicos, con grados muy altos y de varias disciplinas para charlar sobre el caso especifico de papa. Parecía mentira tener que estar esperando para saber los resultados de una junta medica y “de emergencia” de papá, de mi papá!!!, de ese papá que nunca me dejo faltar nada y mas. Parecía estar viviendo una película de terror en donde no me importaba la hora ni el día en el que estábamos viviendo, todo pasaba delante mío y yo parecía ser un testigo de la vida con mi único objetivo claro, “a esta enfermedad no se le iba a hacer tan fácil”.
Luego de la junta médica se decidió que iban a esperar la opinión del jefe de oncología, ya que desde el punto de vista de esos 10 médicos de diferentes amas y con grados muy altos, no existía solución ni oportunidad de solución para este paciente. “Este paciente” era mi papá.
Como se le dice a una persona que lo que tiene dentro de su cuerpo y lo que lo hace sentir tan mal, no tiene solución? Cómo?
Esa pregunta ni siquiera se me paso por la cabeza y menos que menos esa respuesta, ellos no tenían solución, no importa, nosotros sea donde sea que este esa solución la íbamos a encontrar, aunque sea lo ultimo que tuviéramos que hacer en nuestra vida, íbamos a volver con la solución porque mi papa no se merecía estar pasando por esto.
Fueron días muy duros, de mucho llanto, impotencia, de mucho trabajo porque al estar papa en casa había que salir a trabajar mas que antes y a su vez fueron muchos días de aprendizaje, lastima que la peor parte la haya pasado el.
Recuerdo que con mi hermana encontramos un médico que en estados unidos estaba realizando una operación experimental en la cual el paciente firmaba haciéndose cargo de esa situación y la operación duraba 12 horas! Se le extraía toda la piel, se la limpiaba, se le daba quimioterapia directamente en el abdomen y luego se colocaba una malla en lugar de esa piel. Vimos imágenes inclusive, solo con pensar que esa era la oportunidad que teníamos a pesar de llorar al ver los videos que nos pasaron los médicos de las operaciones mismas, ya teníamos casi decidido que eso era lo que íbamos a hacer. Éramos capaces de ir al fin del mundo, pero literalmente, si allí estaba la solución.
En ese camino de búsqueda fuimos encontrando un montón de pilares que son los que nos sustentan hoy en día. Encontramos un montón de medicina no tradicional, con muy buenos resultados y con muy buenas investigaciones que llegamos gracias al testimonio de una persona muy especial para nosotros. Silvia! Como describir a Silvia si ni siquiera nos conocemos personalmente. Creo que en esta vida nada pasa por casualidad, lastima que tengan que pasar cosas muy dolorosas para llegar a conocer a muchas personas que tienen ganas de ayudar y que no saben si es la solución pero con intentar, con contar su experiencia, con hablar y definir cada palabra por su nombre, no se pierde nada, al contrario, se gana porque la experiencia que pasan otros siempre es de gran ayuda para las personas que estamos pasando por algo similar.
Para ese entonces, Gabi (una amiga hermosa, con un alma llena de luz) me traducía al español-paciente todas esas palabras espantosas y distantes para nosotras. Teníamos largas charlas por teléfono contándome donde quedaba determinado órgano, con que estaba conectado, hablándome mas claro y mas tierno que cualquier medico grado 35.
Silvia es una especie de ángel guardián para Fefa (mi hermana) y para mí. Creo que sin ella no hubiéramos llegado a donde nos encontramos hoy en día. Muy amablemente y con todo el dolor que ello significaba, Silvia, nos contó la historia de su marido, muy parecida a la de papa, casi igual. Nos detallo en una lista que era lo que su marido tomaba, donde lo conseguía y nos aconsejo. Voy a estar agradecida con Silvia el resto de mi vida, creo que nos hace falta sentarnos a escuchar a personas como Silvia, que son sobrevivientes en este mundo tan difícil de sobrellevar después de que la persona que lucho, y le gano al cáncer ya no se encuentre a su lado. Como siempre le digo a Silvia y a pesar de que su marido ya no se encuentra a su lado, el le gano al cáncer, rompió cualquier tipo de pronostico que le daban los médicos y siguió!!!, fue feliz todos esos años y creo que eso es vivir pleno y ganarle al cáncer.
Después de Silvia, llego Laura!!!, a todo esto a papa no sabían si le hacían quimioterapia, ya que muchos médicos por los cuales la historia paso por su escritorio, no veían favorable el hecho de arruinarle sus últimos días con quimioterapia. La definición era carcinomatosis peritoneal grado 5, fase TERMINAL.
Laura llego de una forma especial, buscando por Internet y en la misma semana que llego un medico especial (Dr. Muse) a nuestra vida que si decidió empezar un tratamiento, Laura llego a mi y yo llegue a ella, porque como digo siempre las almas afines aun antes de estar en este mundo se atraen. Largas charlas por Internet y a través de Facebook con esta mujer increíble que para mi, como familiar de la persona que estaba viviendo esta enfermedad me servia de ejemplo, tomaba y tomo al pie de la letra todos sus consejos. Sin laura no hubiera podido continuar con mi lucha, con la que desde el primer día supe que iba a empezar y que desde siempre supe que iba a ser yo quien la iba a ganar, porque a esta enfermedad no se le iba a hacer fácil llevarse a la persona que me enseño que a pesar de cualquier situación siempre había solución.
Empezó el tratamiento con quimioterapia con el pronostico medico muy pero muy bajo de sobrevivencia, es mas un medico, que mejor ni nombrarlo nos llego a decir que en tres meses este cáncer lo iba a comer.
Gracias a Laura conocí Livestrong, pasaba horas y horas en el MSN y a cualquier hora, contándome la historia de Lance, su pronóstico y su coraje y personalidad para enfrentar esta enfermedad.
A pesar de las diferencias, Lance y su lucha, se parecían mucho a la situación que estábamos viviendo.
Hoy un año y medio después de aquel día espantoso y negro para todos nosotros papa acaba de entrar del club. Hace ya dos meses que volvió a sus actividades, y se siente feliz y pleno.
Pasaron muchas cosas durante este año, Fefa es la cuarta vez que viaja a cuba en busca de un remedio natural pero con resultados extraordinarios, papa dejo de tomar las 20 cosas que le conseguimos, por ahora toma 5 y además nos hacemos mucho menos drama por muchas cosas. Llevamos una historia paralela en casa de toda la historia clínica de papa, tenemos también una especie de diario en donde anotamos cada sesión de quimio, cada dolor, cada suspensión de sesión y cada descanso. Pegamos carteles por toda la casa recordándole cada medicamento y recordándole también lo mucho que lo queremos.
A nosotros como familia el cáncer no nos cambio, desde siempre nos preocupamos por las mismas cosas y nos quisimos y nos valoramos, lo que nos cambio fue a aprender a convivir con esta enfermedad. Es una enfermedad mas, como tantas otras que hay en el mundo, muy dolorosa por cierto, muy cansadora y muy traicionera, porque cuando parece que se quedo un poco dormida vuelve a despertarse con toda la furia.
Días difíciles y de mucho sufrimiento existen, es doloroso para el alma verlo sufrir de esa manera, tratamos de sentarnos al lado de el a mirar la tele, a leer un libro o simplemente a quedaros callados.
Creo que lo peor que le puede haber pasado al cáncer es haberse chocado con mi papa y a veces cuando papa pierde un poco la lucha y el cáncer avanza milimétricamente, ahí se choca contra nosotros, contra mi hermana y contra mí y contra la persona que duerme todos los días con un ojo abierto y otro cerrado, mi mama, acechándolo, esperando que el cáncer se duerma un rato para reventarlo y avanzar nosotros en esa jugada.
Gracias a Gabi, a Laura, a Silvia, a Niudis, y a muchas otras personas que me olvido de nombrar, nosotras tres tenemos mucha información y la información es poder, porque siempre con esa información fuimos muy sinceras, a papa nunca le ocultamos nada, a lo largo de todo este tiempo hablamos sin pelos en la lengua, las cosas por su nombre sin esconder nada y sin pedir nada mas que un poco de voluntad.
Los días que se cae, estamos nosotros para levantarlo, le hablamos de la fundación, de Lance, de su cáncer, de Pedro y de Laura, de Sabrina, de Anita, de esas niñas que tienen toda una vida por delante y se enfrentan a estas situaciones inexplicables y le traemos comida, le hacemos un lavado de cabeza tan pero tan grande que ese día gris y negro pasa a ser de colores!
Ni siquiera podemos llegar a imaginarnos lo duro que es pasar por esa situación en carne propia, pero esa especie de inconsciencia es la que nos lleva a desdramatizar la situación, hasta llegar a hacer bromas que solo lo pueden hacer reír a el, cualquier otra persona, diría que estamos locas. Los últimos pet scan, que tuvo que hacérselos en Argentina porque en nuestro país hasta el momento el aparato esta sin funcionar, le dieron un cambio significativo en el metabolismo de las células cancerigenas, como resultado el estudio dio que en cierto punto la quimioterapia estaba dando resultados favorables.
Si tuviera que pensar una imagen con la que siempre recuerdo a mi papa ¿saben cual seria? Esa que durante casi toda mi niñez recuerdo antes de dormirme y después de cerrar los ojos quedaba grabada en mi cabeza, me daba un beso en la frente y me acomodaba la frazada en invierno para que no me entrara ni una sola gota de viento por la sabana. Después apagaba la luz y me deseaba las buenas noches.
Hoy por hoy, estamos mas fuertes que nunca, nosotros mas que nadie, tanto papa, como Fefa, como mama, sabemos que este camino es muy difícil, con muchos altibajos, con muchas laderas empinadas y rutas empedradas, podemos caernos, pero estoy segura que nos volvemos a levantar con la frente bien en alto y seguimos el camino. Es largo, muy largo pero seria capaz que pedalear junto a mi papa todo lo que me queda de esta vida y todas las demás existencias que vienen después.
Nuestra vida cambio, el ritmo de nuestra vida cambio, las prioridades cambiaron, los horarios, las salidas, la gente de alrededor, el trabajo y nuestros conocimientos cambiaron. Pero lo que nunca cambio es nuestro objetivo, a medida que pasa el tiempo y las cosas se hacen más o menos difíciles, el bjetivo queda cada vez mas claro, hacerle la vida complicada al cáncer. Hacérsela tan complicada pero tan complicada, que va a faltar poco tiempo para decirles que estamos felices con papa, porque el cáncer que tenia por dentro, murió milagrosamente.
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2013
La actitud lo es todo.
Acá estoy escribiendo la continuación del testimonio de mi papa.
Hace 10 meses mi papa dejo de existir, físicamente, porque espiritualmente esta mas presente que nunca.
Si la primera etapa fue difícil, no puedo explicarles lo que significo la segunda. Lo que si puedo decirles es que los guerreros son aquellos que la luchan hasta el último suspiro. Mi papa fue uno de ellos. El cáncer no le gano, mi papa le saco 3 años de ventaja.
Tres cumpleaños, tres navidades, tres años nuevos magníficos con una calidad de vida excelente y con unas ganas de vivir impresionantes. No importa cuanto vivís, sino como lo vivís.
Agradezco infinitamente a la vida por haberme dado al mejor maestro de todos, me enseño en las buenas y me enseño en las malas. Cada día con una sonrisa en la cara y con un amor que he visto en pocas personas, me aconsejaba, me hablaba y me pedía que me cuidara cuando el no estuviese. Que podía hacer yo en ese momento? Nada, simplemente sentarme, mirarlo y escucharlo. Ahí aprendimos a disfrutar el hoy. Es lo único que tenemos, todo lo demás va y viene.
Teníamos una rutina armada con mi mama y mi hermana, sobre todo los últimos días: masajes, películas, charlas y siestas. Dormir al lado de papa era lo máximo!!! Fefa estaba embarazada de 7 meses y papa adoraba poner la mano sobre la panza. De un lado papa, del otro lado Juan Benicio y fefa de intermediaria era una imagen que veía muchas veces en un mismo día. Se ve que la conexión fue de un 100%, juan benicio es tan risueño y simpático como mi papa.
No todo es color de rosas, ni tan fácil como parece diría que todo lo contrario. Los vómitos eran cada vez mas seguidos, un día conté que vomito 40 veces. La piel se caía mas rápido, cada vez que iba al baño se miraba en el espejo y se daba cuenta lo flaco que estaba, nada sólido le pasaba por el estomago, casi no se podía parar, pero su cabeza estaba intacta.
A pesar de toda esta situación y de sentirse tan mal, su única preocupación éramos nosotros.
Se fue rodeado de mucho amor, amor, amor y más amor.
Gracias por enseñarnos tanto papa, te extrañamos muchísimo y me di cuenta que hay algo en que te equivocaste cuando dijiste “No voy a durar siempre”.
Si papa, vivís en nosotros para siempre.
“Dejar partir es uno de los actos de amor mas profundos y radicales que un ser humano puede realizar por otro, ya que se ponen en juego el ejercicio de la libertad, el dejar de pensar en uno mismo para pensar en el otro y el sentir que en el soltar esta la mayor sanación que el enfermo puede desear. Los seres humanos por amor, somos capaces de eso y de mucho mas si entendiéramos la cabalidad que nada es nuestro, que nada nos pertenece y que solo somos compañeros de viaje de quienes tenemos al lado”
Pilar Sordo.
Vero Cerviño-
Dicen que inclusive cuando antes de formarse ni siquiera un feto, uno elige tanto a su madre y ese lugar que te va a alojar calentito durante 9 meses, como a su padre, y creo que yo no podría haber elegido mejor.
Cada vez que lo recuerdo me viene un sentimiento de angustia y de impotencia tan grande que resulta inexplicable. Todo parecía tan horrible aquellas semanas en la que ese ser humano único, pasaba horas y horas vomitando, sin comer absolutamente nada y con una hinchazón tan grande que parecía tener un bebe adentro de su panza.
Luego ya de varios exámenes, cualquiera de ellos mas agresivo que el otro, el cirujano nos contó que después de practicarle la laparoscopia no había podido extraer nada, de tanta cantidad de tumores que tenía alojados en la piel que recubre los órganos de la panza. “¡¡Ah!! siii...” dijo yéndose por un pasillo, “lo que si extraje son 6 litros de agua que tenia acumulados en el abdomen.”
Desde aquel día, para nosotras 3 mujeres, el mundo parecía derrumbarse, no solo confirmamos que lo que tenia papa era muy grave sino que además el cirujano no había podido hacer nada.
Recuerdo que las siguientes dos semanas fueron las más horribles que me han tocado vivir en toda mi vida, y creo firmemente que no va a haber situaciones más espantosas como las de esas dos semanas.
No podía entender como eso le estaba pasando a él, a mi papa!!!, a la persona más buena que conozco y que jamás voy a conocer.
Lo que llore en ese momento no lo llore nunca, tenia mucha rabia, mucha impotencia y en lo único que podía pensar era en que mi papa no se merecía eso. Mi papa se merecía tener que vivir hasta muy viejito, disfrutando de todo lo que trabajo durante muchos años, de sus hijas, de sus nietos, de sus bisnietos y el día que tuviera que irse, lo veía muy pero muy lejano. No era este su momento, todavía le quedaban un montón de cosas por vivir, tenia solo 50 años y nunca se había ido solo con mama de viaje, ni tampoco había disfrutado de unas buenas vacaciones sin pensar en trabajo ni nada que le molestara.
No podía pensar la vida, mi vida, sin mi papa. Llore mucho, muchas personas venían a hablarme, escuche a todos pero no escuche a ninguno, lo único que me sonaba en la cabeza es que mi papa no se merecía estar pasando por esto.
Después de varios días internado, y de recuperar un poquito de peso (estaba muy por debajo de su peso normal), papa volvió a casa. Me acuerdo que de noche cuando todavía estaba internado, lo único que quería era que volviera, era lo único que pedía!!!, que la vida volviera a tener la rutina de hace unos meses atrás.
Me levante varios días pensando que papa estaba sano, que nada había pasado, como sin acordarme de esta pesadilla espantosa que estábamos viviendo. A los minutos de estar mirando al techo sin pensar en nada, me volvían las cosas a la cabeza y volvía a poner en mente mi pensamiento central “esta enfermedad no se iba a llevar a mi papa tan fácil”.
Cuando por fin estuvo en casa, y pudo recuperar un poco su peso, me acuerdo que lo consentimos en todo, le dejábamos hacer y decir lo que quisiera, hasta esos días negros que tuvo se los dejamos tener, solo con la idea de que en 10 días su mentalidad tenia que ser otra. Mientras tanto, mi hermana y yo buscábamos como locas miles de cosas por Internet que nos pudieran ayudar a sacar toda la mierda que papa tenia adentro.
Nos contactamos con médicos de todas partes, Estados Unidos, Argentina, Brasil, e inclusive China!!!. Recuerdo que esos días mi vida fue una locura, no dormíamos, pasábamos metidas en Internet buscando información para poder llevarlo a otro lado ya que los médicos de acá nos habían adelantado que no veían mucha solución.
Después de 10 días en casa y un poco más recuperado, el lunes siguiente nos tocó a mamá y a mí ir a consulta. Ese día se iban a juntar varios médicos, con grados muy altos y de varias disciplinas para charlar sobre el caso especifico de papa. Parecía mentira tener que estar esperando para saber los resultados de una junta medica y “de emergencia” de papá, de mi papá!!!, de ese papá que nunca me dejo faltar nada y mas. Parecía estar viviendo una película de terror en donde no me importaba la hora ni el día en el que estábamos viviendo, todo pasaba delante mío y yo parecía ser un testigo de la vida con mi único objetivo claro, “a esta enfermedad no se le iba a hacer tan fácil”.
Luego de la junta médica se decidió que iban a esperar la opinión del jefe de oncología, ya que desde el punto de vista de esos 10 médicos de diferentes amas y con grados muy altos, no existía solución ni oportunidad de solución para este paciente. “Este paciente” era mi papá.
Como se le dice a una persona que lo que tiene dentro de su cuerpo y lo que lo hace sentir tan mal, no tiene solución? Cómo?
Esa pregunta ni siquiera se me paso por la cabeza y menos que menos esa respuesta, ellos no tenían solución, no importa, nosotros sea donde sea que este esa solución la íbamos a encontrar, aunque sea lo ultimo que tuviéramos que hacer en nuestra vida, íbamos a volver con la solución porque mi papa no se merecía estar pasando por esto.
Fueron días muy duros, de mucho llanto, impotencia, de mucho trabajo porque al estar papa en casa había que salir a trabajar mas que antes y a su vez fueron muchos días de aprendizaje, lastima que la peor parte la haya pasado el.
Recuerdo que con mi hermana encontramos un médico que en estados unidos estaba realizando una operación experimental en la cual el paciente firmaba haciéndose cargo de esa situación y la operación duraba 12 horas! Se le extraía toda la piel, se la limpiaba, se le daba quimioterapia directamente en el abdomen y luego se colocaba una malla en lugar de esa piel. Vimos imágenes inclusive, solo con pensar que esa era la oportunidad que teníamos a pesar de llorar al ver los videos que nos pasaron los médicos de las operaciones mismas, ya teníamos casi decidido que eso era lo que íbamos a hacer. Éramos capaces de ir al fin del mundo, pero literalmente, si allí estaba la solución.
En ese camino de búsqueda fuimos encontrando un montón de pilares que son los que nos sustentan hoy en día. Encontramos un montón de medicina no tradicional, con muy buenos resultados y con muy buenas investigaciones que llegamos gracias al testimonio de una persona muy especial para nosotros. Silvia! Como describir a Silvia si ni siquiera nos conocemos personalmente. Creo que en esta vida nada pasa por casualidad, lastima que tengan que pasar cosas muy dolorosas para llegar a conocer a muchas personas que tienen ganas de ayudar y que no saben si es la solución pero con intentar, con contar su experiencia, con hablar y definir cada palabra por su nombre, no se pierde nada, al contrario, se gana porque la experiencia que pasan otros siempre es de gran ayuda para las personas que estamos pasando por algo similar.
Para ese entonces, Gabi (una amiga hermosa, con un alma llena de luz) me traducía al español-paciente todas esas palabras espantosas y distantes para nosotras. Teníamos largas charlas por teléfono contándome donde quedaba determinado órgano, con que estaba conectado, hablándome mas claro y mas tierno que cualquier medico grado 35.
Silvia es una especie de ángel guardián para Fefa (mi hermana) y para mí. Creo que sin ella no hubiéramos llegado a donde nos encontramos hoy en día. Muy amablemente y con todo el dolor que ello significaba, Silvia, nos contó la historia de su marido, muy parecida a la de papa, casi igual. Nos detallo en una lista que era lo que su marido tomaba, donde lo conseguía y nos aconsejo. Voy a estar agradecida con Silvia el resto de mi vida, creo que nos hace falta sentarnos a escuchar a personas como Silvia, que son sobrevivientes en este mundo tan difícil de sobrellevar después de que la persona que lucho, y le gano al cáncer ya no se encuentre a su lado. Como siempre le digo a Silvia y a pesar de que su marido ya no se encuentra a su lado, el le gano al cáncer, rompió cualquier tipo de pronostico que le daban los médicos y siguió!!!, fue feliz todos esos años y creo que eso es vivir pleno y ganarle al cáncer.
Después de Silvia, llego Laura!!!, a todo esto a papa no sabían si le hacían quimioterapia, ya que muchos médicos por los cuales la historia paso por su escritorio, no veían favorable el hecho de arruinarle sus últimos días con quimioterapia. La definición era carcinomatosis peritoneal grado 5, fase TERMINAL.
Laura llego de una forma especial, buscando por Internet y en la misma semana que llego un medico especial (Dr. Muse) a nuestra vida que si decidió empezar un tratamiento, Laura llego a mi y yo llegue a ella, porque como digo siempre las almas afines aun antes de estar en este mundo se atraen. Largas charlas por Internet y a través de Facebook con esta mujer increíble que para mi, como familiar de la persona que estaba viviendo esta enfermedad me servia de ejemplo, tomaba y tomo al pie de la letra todos sus consejos. Sin laura no hubiera podido continuar con mi lucha, con la que desde el primer día supe que iba a empezar y que desde siempre supe que iba a ser yo quien la iba a ganar, porque a esta enfermedad no se le iba a hacer fácil llevarse a la persona que me enseño que a pesar de cualquier situación siempre había solución.
Empezó el tratamiento con quimioterapia con el pronostico medico muy pero muy bajo de sobrevivencia, es mas un medico, que mejor ni nombrarlo nos llego a decir que en tres meses este cáncer lo iba a comer.
Gracias a Laura conocí Livestrong, pasaba horas y horas en el MSN y a cualquier hora, contándome la historia de Lance, su pronóstico y su coraje y personalidad para enfrentar esta enfermedad.
A pesar de las diferencias, Lance y su lucha, se parecían mucho a la situación que estábamos viviendo.
Hoy un año y medio después de aquel día espantoso y negro para todos nosotros papa acaba de entrar del club. Hace ya dos meses que volvió a sus actividades, y se siente feliz y pleno.
Pasaron muchas cosas durante este año, Fefa es la cuarta vez que viaja a cuba en busca de un remedio natural pero con resultados extraordinarios, papa dejo de tomar las 20 cosas que le conseguimos, por ahora toma 5 y además nos hacemos mucho menos drama por muchas cosas. Llevamos una historia paralela en casa de toda la historia clínica de papa, tenemos también una especie de diario en donde anotamos cada sesión de quimio, cada dolor, cada suspensión de sesión y cada descanso. Pegamos carteles por toda la casa recordándole cada medicamento y recordándole también lo mucho que lo queremos.
A nosotros como familia el cáncer no nos cambio, desde siempre nos preocupamos por las mismas cosas y nos quisimos y nos valoramos, lo que nos cambio fue a aprender a convivir con esta enfermedad. Es una enfermedad mas, como tantas otras que hay en el mundo, muy dolorosa por cierto, muy cansadora y muy traicionera, porque cuando parece que se quedo un poco dormida vuelve a despertarse con toda la furia.
Días difíciles y de mucho sufrimiento existen, es doloroso para el alma verlo sufrir de esa manera, tratamos de sentarnos al lado de el a mirar la tele, a leer un libro o simplemente a quedaros callados.
Creo que lo peor que le puede haber pasado al cáncer es haberse chocado con mi papa y a veces cuando papa pierde un poco la lucha y el cáncer avanza milimétricamente, ahí se choca contra nosotros, contra mi hermana y contra mí y contra la persona que duerme todos los días con un ojo abierto y otro cerrado, mi mama, acechándolo, esperando que el cáncer se duerma un rato para reventarlo y avanzar nosotros en esa jugada.
Gracias a Gabi, a Laura, a Silvia, a Niudis, y a muchas otras personas que me olvido de nombrar, nosotras tres tenemos mucha información y la información es poder, porque siempre con esa información fuimos muy sinceras, a papa nunca le ocultamos nada, a lo largo de todo este tiempo hablamos sin pelos en la lengua, las cosas por su nombre sin esconder nada y sin pedir nada mas que un poco de voluntad.
Los días que se cae, estamos nosotros para levantarlo, le hablamos de la fundación, de Lance, de su cáncer, de Pedro y de Laura, de Sabrina, de Anita, de esas niñas que tienen toda una vida por delante y se enfrentan a estas situaciones inexplicables y le traemos comida, le hacemos un lavado de cabeza tan pero tan grande que ese día gris y negro pasa a ser de colores!
Ni siquiera podemos llegar a imaginarnos lo duro que es pasar por esa situación en carne propia, pero esa especie de inconsciencia es la que nos lleva a desdramatizar la situación, hasta llegar a hacer bromas que solo lo pueden hacer reír a el, cualquier otra persona, diría que estamos locas. Los últimos pet scan, que tuvo que hacérselos en Argentina porque en nuestro país hasta el momento el aparato esta sin funcionar, le dieron un cambio significativo en el metabolismo de las células cancerigenas, como resultado el estudio dio que en cierto punto la quimioterapia estaba dando resultados favorables.
Si tuviera que pensar una imagen con la que siempre recuerdo a mi papa ¿saben cual seria? Esa que durante casi toda mi niñez recuerdo antes de dormirme y después de cerrar los ojos quedaba grabada en mi cabeza, me daba un beso en la frente y me acomodaba la frazada en invierno para que no me entrara ni una sola gota de viento por la sabana. Después apagaba la luz y me deseaba las buenas noches.
Hoy por hoy, estamos mas fuertes que nunca, nosotros mas que nadie, tanto papa, como Fefa, como mama, sabemos que este camino es muy difícil, con muchos altibajos, con muchas laderas empinadas y rutas empedradas, podemos caernos, pero estoy segura que nos volvemos a levantar con la frente bien en alto y seguimos el camino. Es largo, muy largo pero seria capaz que pedalear junto a mi papa todo lo que me queda de esta vida y todas las demás existencias que vienen después.
Nuestra vida cambio, el ritmo de nuestra vida cambio, las prioridades cambiaron, los horarios, las salidas, la gente de alrededor, el trabajo y nuestros conocimientos cambiaron. Pero lo que nunca cambio es nuestro objetivo, a medida que pasa el tiempo y las cosas se hacen más o menos difíciles, el bjetivo queda cada vez mas claro, hacerle la vida complicada al cáncer. Hacérsela tan complicada pero tan complicada, que va a faltar poco tiempo para decirles que estamos felices con papa, porque el cáncer que tenia por dentro, murió milagrosamente.
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2013
La actitud lo es todo.
Acá estoy escribiendo la continuación del testimonio de mi papa.
Hace 10 meses mi papa dejo de existir, físicamente, porque espiritualmente esta mas presente que nunca.
Si la primera etapa fue difícil, no puedo explicarles lo que significo la segunda. Lo que si puedo decirles es que los guerreros son aquellos que la luchan hasta el último suspiro. Mi papa fue uno de ellos. El cáncer no le gano, mi papa le saco 3 años de ventaja.
Tres cumpleaños, tres navidades, tres años nuevos magníficos con una calidad de vida excelente y con unas ganas de vivir impresionantes. No importa cuanto vivís, sino como lo vivís.
Agradezco infinitamente a la vida por haberme dado al mejor maestro de todos, me enseño en las buenas y me enseño en las malas. Cada día con una sonrisa en la cara y con un amor que he visto en pocas personas, me aconsejaba, me hablaba y me pedía que me cuidara cuando el no estuviese. Que podía hacer yo en ese momento? Nada, simplemente sentarme, mirarlo y escucharlo. Ahí aprendimos a disfrutar el hoy. Es lo único que tenemos, todo lo demás va y viene.
Teníamos una rutina armada con mi mama y mi hermana, sobre todo los últimos días: masajes, películas, charlas y siestas. Dormir al lado de papa era lo máximo!!! Fefa estaba embarazada de 7 meses y papa adoraba poner la mano sobre la panza. De un lado papa, del otro lado Juan Benicio y fefa de intermediaria era una imagen que veía muchas veces en un mismo día. Se ve que la conexión fue de un 100%, juan benicio es tan risueño y simpático como mi papa.
No todo es color de rosas, ni tan fácil como parece diría que todo lo contrario. Los vómitos eran cada vez mas seguidos, un día conté que vomito 40 veces. La piel se caía mas rápido, cada vez que iba al baño se miraba en el espejo y se daba cuenta lo flaco que estaba, nada sólido le pasaba por el estomago, casi no se podía parar, pero su cabeza estaba intacta.
A pesar de toda esta situación y de sentirse tan mal, su única preocupación éramos nosotros.
Se fue rodeado de mucho amor, amor, amor y más amor.
Gracias por enseñarnos tanto papa, te extrañamos muchísimo y me di cuenta que hay algo en que te equivocaste cuando dijiste “No voy a durar siempre”.
Si papa, vivís en nosotros para siempre.
“Dejar partir es uno de los actos de amor mas profundos y radicales que un ser humano puede realizar por otro, ya que se ponen en juego el ejercicio de la libertad, el dejar de pensar en uno mismo para pensar en el otro y el sentir que en el soltar esta la mayor sanación que el enfermo puede desear. Los seres humanos por amor, somos capaces de eso y de mucho mas si entendiéramos la cabalidad que nada es nuestro, que nada nos pertenece y que solo somos compañeros de viaje de quienes tenemos al lado”
Pilar Sordo.
Vero Cerviño-